Reflexiones sobre la evolución de la TV: internet, subtítulos y doblaje
En los últimos años, la televisión está experimentando una evolución considerable. Pero, curiosamente, la evolución que se está produciendo es, en mayor parte, a nivel tecnológico, y no tanto a nivel conceptual. Y es que, en los últimos tiempos, los televisores tradicionales de tubos dieron paso a los de plasma, luego a los LCD, y ahora han llegado la tecnología LED y las televisiones inteligentes. Y, entre medias, también se ha producido el cambio de la televisión analógica a la digital. Y todo en apenas una década.
Sin embargo, el concepto de televisión que conocemos actualmente sigue siendo el mismo que hace diez años: una televisión en la que se emiten programaciones no elegidas por el consumidor y que le son impuestas de antemano. El consumidor sólo puede elegir entre lo que emiten los canales de los que dispone, y no puede elegir con plena libertad qué le apetece ver en cada momento. Tampoco puede dar feedback ni puede cambiar o modificar las emisiones. Estamos hablando, por tanto, de un proceso de comunicación unidireccional, que hace que más que nunca podamos calificar como “tonta” a esa caja mágica que todos tenemos en el salón de nuestra casa.
Curiosamente, en la actualidad, los menores de 25 años apenas consumen televisión. Es más, de hecho, la televisión en sí les parece aburrida. No entienden eso de ponerse delante de una pantalla en la que te imponen una programación predeterminada que incluye anuncios y publicidad que se realiza mediante interrupciones. Y es que, los más jóvenes han crecido pegados al ordenador y a internet, dos aliados perfectos que permiten consumir a la carta y huir de los anuncios, interrupciones e imposiciones de los canales de televisión. Gracias a internet, ahora el usuario puede decidir qué quiere ver, y cuándo, cómo y dónde verlo. Hablamos, por tanto, de una interacción bidireccional entre el usuario y el medio, que pone en jaque a la “unidireccionalidad” de los medios tradicionales.
Análisis y estudios estadísticos:
En realidad, los televisores y decodificadores actuales están preparados para afrontar el consumo a la carta y la interacción con internet. El reciente surgimiento de las televisiones inteligentes (Smart TVs) así lo demuestra. Sin embargo, parece que son las grandes empresas televisivas las que no están preparadas para afrontar el cambio de paradigma. La consecuencia es una caída evidente en el consumo habitual de televisión y un crecimiento cada vez más pronunciado en el consumo de televisión a la carta (VoD). Las estadísticas son bastante contundentes a este respecto:
Gráfico 1: Evolución de la cuota de pantalla (%) de las principales cadenas de televisión españolas
Si observamos el gráfico de arriba, fácilmente podemos observar una caída pronunciada en la cuota de pantalla de las cadenas de televisión españolas más populares. Curiosamente, hasta cadenas como Cuatro o La Sexta, lanzadas en los tiempos más recientes, han iniciado una caída en su cuota particular pese a la crecida que experimentaron en los primeros años de nacimiento. Quizá algunos pensaréis que este descenso podría justificarse con el amplio abanico de canales que nos ofrece la TDT actual, pero si analizamos el cómputo global de consumo de TDT en los últimos años, la caída es también evidente (ver gráfico 2):
Gráfico 2: porcentaje total de la cuota de pantalla de los principales canales españoles de la TDT.
Según el gráfico anterior, podemos concluir que prácticamente se ha producido una caída de casi un 25% en los últimos años. Por el contrario, si analizamos estadísticas de consumo de TV a la carta de otras cadenas, podemos ver un crecimiento cuasi inverso al del gráfico anterior. En esta ocasión, vamos a tomar de referencia los datos de consumo del sistema de TV online de la BBC entre los años 2009 y 2012:
Las cifras del eje de coordinadas representan el número de peticiones (en millones), por lo que es evidente el crecimiento mayúsculo que está experimentando este servicio en los últimos tiempos.
Estudios sobre el consumo de TV a través de internet de los más jóvenes:
Según este estudio sobre consumo televisivo, series e internet realizado a adolescentes de Madrid, un 70 por ciento de los encuestados disponen de ordenador con conexión a internet en su habitación y lo utilizan para ver la TV, series o películas por cuenta propia. Una gran parte de los encuestados afirmaron en el estudio que prefieren el consumo a través de internet por los siguientes motivos:
- Pueden ver la TV cuando quieran, adaptando el visionado a sus horarios.
- Tienen más posibilidades de seleccionar contenidos y programas.
- Pueden ver la TV sin que nadie les moleste.
- Pueden parar el visionado y reanudarlo en cualquier otro momento.
- Es más cómodo.
- Nadie controla lo que ven.
- Pueden ver los programas todas las veces que quieran.
- Pueden hacer otras cosas a la vez.
- No tienen que discutir por lo que les apetece ver.
- Pueden ver con antelación series y películas que ya han sido estrenados.
La era de las televisiones inteligentes (Smart TVs):
Parece que, con la llegada de las televisiones inteligentes, se está haciendo un amago de cambiar el sistema tradicional y adaptarlo a los nuevos tiempos, pero, al mismo tiempo, parece que las grandes empresas televisivas todavía no encuentran o no quieren encontrar una fórmula que satisfaga los puntos anteriores. Por suerte, al menos ahora este tipo de televisiones ofrecen más facilidades con respecto al consumo de televisión y contenidos a la carta a través de internet, aunque esta característica ahora mismo va en perjuicio de los grandes canales, que ven cómo sus cuotas de audiencia caen año tras año.
Pese a que muchos de ellos actualmente ofrecen la posibilidad de visualizar a través de sus páginas web los principales contenidos que emiten cada día (TV a la carta), la mayoría de usuarios de internet recurren a la descarga (no voy a entrar en temas de legalidad), a la visualización online a través de sitios como YouTube, NowVideo, Moevideo, VK, etc., o a las retransmisiones en streaming para consumir los contenidos que desean. Estas opciones permiten al usuario reproducir los contenidos en cualquier momento, eludiendo la publicidad y las interrupciones, y con la ventaja de que son ellos quiénes deciden cuándo pausar o reanudar el visualizado. Sin embargo, no todos estos servicios garantizan una calidad alta de imagen y audio, lo que parece no importar demasiado a muchos consumidores.
Los fansubs y el doblaje: el eterno debate entre calidad e inmediatez
Creo que no me aventuro demasiado si digo que, gracias al consumo online, hay cada vez más usuarios que ven las películas y series en versión original subtitulada. Como muchos ya sabéis, la mayoría de series y películas extranjeras que se emiten en España suelen emitirse con varias semanas o meses de retraso con respecto al estreno de éstas en sus países de origen.
En los últimos años, gracias al crecimiento y desarrollo de internet, aparecieron los fansubs, que permiten a los usuarios ver en primicia las series y películas que ya se han emitido en sus países de origen. Es cierto que muchos fansubs se caracterizan por tener una mala calidad o, al menos, una calidad más baja que los subtítulos realizados por los profesionales del sector audiovisual, aunque por otro lado ponen de manifiesto una realidad evidente: muchos usuarios quieren un consumo inmediato. En este sentido, quizá podríamos decir que, en cierto modo, internet y la web 2.0 están haciendo mella en el sector audiovisual, que no está preparado todavía para ofrecer esa inmediatez sin que la calidad se vea afectada.
La realidad muestra que los productos audiovisuales se traducen muchas veces a una velocidad vertiginosa. Pero es prácticamente imposible ofrecer las versiones traducidas (tanto subtituladas como dobladas) de los productos audiovisuales de manera instantánea sin que la calidad se vea afectada. Recordad cuando os conté mi experiencia traduciendo “Los reyes del trueque”, cuando tuve que traducir la primera temporada completa de la serie en apenas 2/3 semanas, y cuando os comentaba que sentía que la calidad de las traducciones disminuía por no disponer de un margen de tiempo suficiente.
Y es que, en muchas ocasiones se podrían acortar los plazos, pero para garantizar una calidad profesional sería necesario disponer de un margen de tiempo razonable. Sin embargo, también es cierto que un período de varios meses de retraso en el lanzamiento de las versiones subtituladas y dobladas podría resultar un tanto excesivo y podría evidenciar una mala planificación de todo el proceso de traducción y adaptación.
Un cambio de paradigma como posible solución:
En realidad, como ya he comentado, disponemos de los medios técnicos necesarios para consumir de forma inmediata los productos audiovisuales pero, con el sistema actual, la industria no está todavía preparada para sacar partido de esa “inmediatez tecnológica”, porque no puede garantizar una calidad a corto plazo en las adaptaciones de sus productos.
Por tanto, quizá sería necesario un cambio del paradigma para poder asegurar esa inmediatez. Se me ocurre que, quizá, el sector televisivo podría mirarse en el espejo del sector de los videojuegos, y buscar la manera de realizar estrenos mundiales o lanzamientos de los productos a nivel global, eludiendo por tanto las esperas en el resto de países y asegurando desde el principio calidad e inmediatez.
Esto ya se ha realizado con varias películas (se me viene a la cabeza el estreno de El Hobbit, por ejemplo), pero todavía no se ha convertido en la tendencia dominante. En el sector de los videojuegos, títulos como Fifa13 o Nba2k13 (por citar un par de ejemplos de los muchos que hay) fueron lanzados en EE.UU y Europa en la misma semana, con solo un par de días de diferencia entre cada lanzamiento. Si aplicáramos este mismo sistema al sector televisivo, probablemente se solucionaría de raíz este problema, aunque por otro lado en muchos casos el lanzamiento de los productos audiovisuales en sus países de origen quizá podría retrasarse demasiado. Muchas veces, se trata de una cuestión de presupuesto y de mercado que siempre hay que estudiar de forma pormenorizada en cada caso concreto.
Con respecto al paradigma televisivo, lo cierto es que la única forma factible que veo de convertir la televisión en un medio bidireccional (y, por tanto, de dar una solución a la actual situación de declive) es mediante la integración de las posibilidades que ofrecen la web 2.0 e internet (algo que ya es posible gracias a las televisiones inteligentes), y mediante la transición hacia un nuevo sistema de oferta y demanda de los productos audiovisuales que sea rentable y que, al mismo tiempo, garantice calidad e inmediatez. Un sistema que, probablemente, todavía es una de las asignaturas pendientes del sector.
Bien es cierto que, con este tipo de cambio, el poder de influencia, bien positivo, bien negativo, de un medio tan potente como la televisión se vería afectado, y que la influencia que hoy día se ejerce a través de ella, mediante el uso instrumentalizado de las programaciones televisivas, también podría irse al traste. No hay que olvidar en ningún momento que los mass media siempre han sido una fuente de influencia sobre las masas que ha estado al servicio de los grupos más poderosos. Pero, ¿acaso no es evidente que son cada vez más los espectadores que huyen de la televisión actual precisamente por eso? ¿Acaso el espectador no huye también de la publicidad y la interrupción de este medio de comunicación? ¿Acaso el espectador no se siente más libre y menos condicionado cuándo puede elegir qué ve y cuándo, dónde y cómo lo ve?
El futuro
De lo que no hay duda, es que los productos audiovisuales se seguirán doblando y subtitulando, por mucho que cambien los soportes y la filosofía de la pequeña y la gran pantalla. Es más, el subtitulado, por lo que veo, gana cada vez más fuerza en internet, por ser más rápido y más práctico para los consumidores, mientras que el doblaje sigue siendo la tendencia dominante en la televisión y el cine. A mí, personalmente, me preocupa que el declive televisivo y del cine pueda acabar afectando al sector del doblaje. Y por eso considero que, con un cambio de paradigma que asegurara estrenos simultáneos de las versiones originales y dobladas en sus respectivos países, el doblaje también podría salir muy beneficiado, pues muchos usuarios preferirían consumir el estreno en versión doblada al no tener que esperar para hacerlo.
Mucho me temo que las grandes empresas televisivas todavía tienen un largo camino que recorrer y que, durante ese camino, tienen muchas preguntas que plantearse y muchos cambios que afrontar. Nosotros estaremos atentos, eso seguro.
¡Hasta la próxima!
Una entrada muy interesante. También habría que analizar el papel que juegan los derechos de autor a nivel local (por país), la distribución (adquisición de derechos por parte de las cadenas nacionales) y la publicidad. Según tengo entendido, muchas series se ruedan porque ya hay X cadenas de X países que han pasado por caja y han adquirido los derechos de emisión. Teniendo el sistema tan bien montado, no es de extrañar que las productoras sean reacias a la distribución simultánea, ya que se quedarían sin financiación. No creo que sea una cuestión de costes o un problema tecnológico: se… Leer más »
Claro, Eli, A eso me refiero en la entrada. Tenemos los medios tecnológicos, pero si cada vez son menos los usuarios que consumen televisión, poco sentido tiene seguir por ese camino. Ahora mismo, los únicos canales a los que les veo un futuro esperanzador es a los canales de YouTube. El modelo que siguen de suscripciones de usuarios me parece muy adecuado como una posible vía de escape al sistema tradicional. Se me viene a la cabeza el caso de ElRubius, que tiene ya más de dos millones de suscriptores y las empresas publicitarias se lo rifan. Y la verdad… Leer más »
¡Gran entrada, Rafa! Cuando era niño, los juegos apenas se traducían. Y cuando acabé la carrera en 2007, apenas había smartphones. Y pensar que ahora traducir juegos y aplicaciones es un gran mercado que hace un par de año ni existía… Menos mal que los traductores debemos estar ahí para la evolución de los contenidos. 🙂
Un saludo,
Pablo
¡Hola, Pablo! Muchas gracias. La verdad es que es increíble los cambios que puede experimentar una profesión en tan poco tiempo. En nuestro caso, ocurren sobre todo en los sectores de software, videojuegos y el audiovisual, No nos podemos despistar porque en cuestión de 3 o 4 años la cosa puede pegar un cambio bastante brusco, sobre todo con respecto a formatos y herramientas a utilizar, y tenemos que estar preparados para afrontar esos cambios. Vamos a ver qué ocurre con la TV y el cine en los próximos años. La verdad es que me pica bastante la curiosidad… ¡Un… Leer más »
[…] Reflexiones sobre la evolución de la TV: internet, subtítulos y doblaje […]
[…] Reflexiones sobre la evolución de la TV: internet, subtítulos y doblaje […]
[…] española su modelo de negocio a medio/largo plazo. Hace tiempo ya hablé en el blog sobre la conveniencia de un sistema más ligado al modelo de PPV o de televisión bajo demanda, y Netflix en cierto modo parece inclinarse más hacia este modelo que otros servicios de la […]
Es muy interesante lo que planteas. En México está sucediendo lo mismo, inclusive una de las cadenas de televisión más importantes del país .está en plena crisis, y a punto de desaparecer. Cada vez menos personas ven la televisión abierta. La mayoría tiene roku, Smat Tv, netflix, etc. Yo estoy en el grupo de los «25 y más», pero también, en ocasiones veo series, películas, etc., por internet, aunque no siempre son de buena calidad. A veces, se presentan fallas de video, audio desfasado, etc. y no siempre encuentras lo que deseas ver con audio latino o subtitulados con español… Leer más »
[…] López, R. (2014). La evolución de la TV: Internet, subtítulos y doblaje. Jugando@traducir. Recuperado de: https://jugandoatraducir.com/reflexiones-sobre-la-evolucion-de-la-tv-internet-subtitulos-y-doblaje/ […]