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La traducción de imágenes y documentos gráficos

Después de unas semanas bastante intensas (gripazo incluido) y con poco tiempo para dedicarlo a escribir aquí (mis disculpas a aquellos que se hayan quedado esperando), por fin he podido finalizar esta entrada sobre la traducción de documentos gráficos. Ya escribí hace tiempo una entrada muy básica en la que explicaba cómo localizar imágenes con Photoshop en el que fue uno de los primeros tutoriales de este blog. Pero, como todavía no se ha escrito demasiado sobre este tema, he querido redactar una entrada general que contenga la información más básica que considero necesaria para traducir adecuadamente este tipo de archivos. Espero que os resulte interesante y útil.

*Nota: la entrada es larga, así que os recomiendo que saquéis una media hora para leerla entera o que consultéis directamente los puntos que más os interesen.

La traducción de imágenes y documentos gráficos

1. Introducción

Son muchos los diferentes documentos que contienen imágenes cuya traducción es de vital importancia para asegurar la calidad final de un proyecto de traducción. La traducción de imágenes y documentos gráficos, por lo general, no es un proceso excesivamente complicado (más bien depende de la dificultad que plantee cada proyecto), aunque sin duda es necesario tener unas nociones básicas sobre cómo tratar y editar estos archivos.

No siempre es el traductor el que se encarga de este tipo de tareas, pues los maquetadores y diseñadores profesionales son los que suelen encargarse de implementar los textos traducidos en los documentos originales. No obstante, si el traductor tiene los conocimientos y los recursos necesarios, podrá encargarse él mismo de acometer este tipo de tareas, con el beneficio extra que esto puede reportarle. Para ello, como mínimo, el traductor deberá tener conocimientos sobre el tipo de imágenes que hay, los formatos más comunes de los documentos gráficos, los editores de imágenes y herramientas de maquetación que presenta el mercado y el flujo de trabajo más adecuado para gestionar este tipo de proyectos.

2. Documentos gráficos más comunes

Para esta entrada, haremos una distinción entre imágenes y documentos maquetados. Por lo general, los documentos maquetados incorporarán más contenidos que las imágenes y, por tanto, presentarán una mayor complejidad.

  • Imágenes de mapa de bits (también llamadas rasters): estas imágenes están formadas por un conjunto de puntos denominados píxeles. Estos píxeles están dispuestos y coloreados de formas diversas para formar el patrón de cada imagen. Al aumentar una imagen de mapa de bits, el número de píxeles también aumenta proporcionalmente, lo que provoca una pérdida de resolución. Esta pérdida de resolución, a su vez, provoca que la imagen pierda calidad y se vea más borrosa. Igualmente, al reducir una imagen, esta también se distorsiona, pues se eliminan algunos píxeles para hacer posible esa reducción.
  • Imágenes vectoriales: las imágenes vectoriales son aquellas que están formadas por un conjunto de puntos, líneas y formas geométricas representados mediante fórmulas matemáticas. El procesador es el encargado de interpretar estos elementos para que la tarjeta gráfica pueda mostrarlas en pantalla. La naturaleza de estas imágenes permite que puedan editarse sin que se produzcan pérdidas de calidad. Por tanto, podremos ampliarlas, reducirlas, moverlas o modificarlas libremente para diferentes propósitos.

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  • Documentos maquetados: por lo general, se trata de documentos ideados para ser publicados. Pueden tener diversos formatos (manuales, guías, libros, revistas, flyers, folletos, etc.) y se idean para distintos fines. Por lo general, nos llegarán en el formato nativo de la herramienta con la que se hayan confeccionado, aunque también hay muchas probabalidades de que los clientes nos envíen estos documentos maquetados en formato PDF con el objetivo de que mantengamos el formato y el diseño del original cuando implementemos los textos traducidos. Pueden incluir imágenes que, por lo general, también deberemos editar.

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      2.1 Formatos de imagen más comunes

Los formatos de archivos de imagen más comunes son los siguientes:

  • Formato JPEG: es uno de los formatos más populares para guardar imágenes digitales. Este formato fue creado por el Joint Photographic Experts Group y son las siglas de este grupo las que le dan nombre nombre a este formato (también denominado JPG). El formato JPEG se puso de moda gracias a que permitía comprimir la información de las imágenes, lo que facilitaba su desarrollo y su uso en documentos digitales y en internet. Soporta hasta 16 millones de colores, lo que permite crear imágenes de diversos tonos y para diferentes fines.
  • Formato GIF: el nombre de este formato viene de Graphic Interchange Format (en español, como bien habréis intuido, Formato de Intercambio de Gráficos). Es muy utilizado en la web para imágenes sencillas como iconos y también para crear animaciones breves. Es un formato sin pérdida de calidad que puede contener hasta 256 colores, lo que facilita la compresión de archivos. Sin embargo, no es el formato más adecuado para crear o guardar imágenes con una resolución alta.
  • Formato PNG: el formato PNG se creó como alternativa al GIF para su uso en la web 2.0. Su nombre viene de Portable Network Graphics. Su nivel de compresión permite crear imágenes muy comprimidas que mantienen una alta calidad. También facilita la creación de imágenes con fondos transparentes, lo que suele ser un recurso muy útil para la creación de botones, iconos u otras imágenes destinadas a publicarse en páginas web. La compresión que ofrece este formato es (compresión sin pérdida) entre un 5% y un 25% mejor que la compresión del formato GIF.
  • Formato TIFF: el formato TIFF (Tagged Image File Format) es un formato de gráficos ideado para almacenar imágenes de gran tamaño. Este formato permite guardar imágenes en colores verdaderos con una calidad de hasta 32 bits por píxel, lo que permite obtener en muchos casos una calidad varias veces superior a la de otros formatos como JPEG, GIF o PNG. El principio del formato TIFF consiste en definir etiquetas (de ahí el nombre) que son las que describen las características de la imagen. De esta forma, se puede almacenar información como los colores utilizados, las dimensiones, el tipo de compresión y, en determinados programas, incluso las capas que componen cada imagen. Es un formato ideal para imprimir imágenes en alta calidad sin pérdida y con unos tonos de color muy fieles a la apariencia que se muestra en pantalla.
  • Formato SVG: El formato SVG (Scalable Vector Graphics) es un formato ideado para el almacenamiento de imágenes vectoriales. Mientras los formatos de imagen de mapa de bits (GIF, PNG, JPEG, etc.) describen las imágenes en cuadrículas de píxeles, las imágenes en formato SVG se describen mediante formas, trazados y efectos de filtro. Este formato está basado en XML, lo cual ofrece muchas ventajas a los desarrolladores. Entre las principales ventajas de este formato, destaca la alta resolución y calidad de imagen que se puede llegar a lograr con tamaños de archivo reducidos. Dada su naturaleza, los archivos SVG se pueden redimensionar sin que estos pierdan calidad, lo que hace que este formato sea ideal para diseñar logotipos o confeccionar imágenes para ser imprimidas en grandes lienzos (pancartas, paneles publicitarios, rótulos, etc.). Además, estas imágenes son interactivas, por lo que se les pueden aplicar diferentes efectos mediante código. Actualmente, el formato SVG es considerado uno de los formatos de imagen con más futuro en los medios digitales e impresos.
  • Formato BMP: el formato BMP (BitMaP) es uno de los formatos de imagen más simples que existen y uno de los primeros en ser desarrollado. Fue desarrollado por IBM y Microsoft y lanzado junto a Windows 3 allá por el año 1992. Estos archivos de imagen están formados por píxeles almacenados en una tabla de puntos que administra los colores como colores reales o usando una paleta indexada. Actualmente, su uso es bastante limitado debido al surgimiento de otros formatos como JPEG o GIF, ideados unos años después para mejorar la compresión de la imagen y su calidad.
  • Formato EPS: los archivos de imagen EPS (Encapsulated PostScript) están basados en PostScript, un lenguaje de descripción de páginas creado a principios de los años 80 para facilitar la impresión de archivos de imagen en imprentas. De hecho, se desarrollaron impresoras especiales para imprimir imágenes EPS, lo que revolucionó el mundo del diseño gráfico. Fue desarrollado por Adobe y, con él, se pueden almacenar tanto imágenes vectoriales como mapas de bits. Se utilizó mucho durante los años 90 a nivel profesional, ya que los principales programas de edición de aquella época eran compatibles con este formato (Photoshop, PageMaker, QuarkXpress, Corel o FreeHand, entre otros). Sin embargo, en la actualidad de desaconseja su uso, ya que en la actualidad hay formatos que pueden asegurar una mayor calidad de previsualización y de impresión con un menor número de restricciones. No obstante, todavía hay muchos documentos que contienen este tipo de imágenes y muchos maquetadores y diseñadores que lo utilizan por estar muy familiarizados con sus características.
  • Formato RAW: el formato RAW (que, en inglés, viene a significar algo así como crudo o bruto), es un formato de imagen utilizado por determinadas cámaras de fotos profesionales para conseguir imágenes de alta calidad. La principal ventaja que ofrece frente al formato JPG es que, al capturar una instantánea en RAW, las cámaras de fotos conservan la calidad original de la imagen generada sin llegar a comprimirla, que es justo lo contrario a lo que ocurre al capturar una foto en JPEG. En consecuencia, la calidad aumenta, pero también el tamaño de los archivos generados, por lo que es necesario disponer de más memoria de almacenamiento para conservarlas.

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      2.2.  Algunos formatos nativos de editores de archivos de imagen

  • Formato PSD: es el formato nativo de Adobe Photoshop. Es uno de los formatos más utilizados dentro del ámbito profesional del diseño gráfico y editorial. Su naturaleza y la del programa que le da nombre lo convierte en un formato muy versátil capaz de almacenar una gran cantidad de información que facilita su edición y asegura una gran calidad final. Los archivos PSD pueden contener capas, trazados, diferentes modos de color (RGB, CMYK, Lab, escala de grises…) y, en general, todos los parámetros y características editables de este programa. Este formato surgió en 1987, cuando vio la luz la primera versión de Photoshop. Curiosamente, se desarrolló inicialmente para ordenadores Apple. Tiene la particularidad de que los archivos PSD generados en las versiones más actuales del programa no son compatibles con las más antiguas, por lo que surge la necesidad de mantener el software actualizado.
  • Formato AI: es el formato nativo de Adobe Illustrator, que es una de las aplicaciones de Adobe más conocidas y utilizadas, junto con Adobe Photoshop y Adobe InDesign. Este formato se utiliza para representar gráficos vectoriales. Por tanto, es ideal para crear imágenes de gran escala para diferentes fines. Al igual que ocurre con el formato PSD, el formato AI puede almacenar toda la información editable que permita Illustrator.
  • Formato XCF: El formato XCF es el formato nativo de GIMP (GNU Image Manipulation Program), un editor de imágenes libre y gratuito. Este formato permite guardar todos los datos de edición de la imagen que se desarrollen dentro del programa. Por tanto, podremos editar las capas, los canales, las rutas, los niveles de color y transparencia o los textos, entre otras opciones, de las imágenes que estén en este formato.
  • Formato CDR: El formato CDR es el formato nativo de imágenes vectoriales de Corel Draw, una suite desarrollada por la empresa Corel Graphics Suite. Este formato, junto con los formatos .CDT y .CMX, son los formatos principales de esta herramienta. El formato conserva todos los datos de edición de imagen que se realicen en Corel Draw. Además, es compatible con otras herramientas de edición de gráficos vectoriales como Adobe Illustrator o Inkscape (gratuita).
  • Formatos DWG y DXF: son los formatos nativos de AutoCAD, un software CAD (Diseño Asistido por Ordenador) utilizado para dibujo 2D y modelado 3D. Aunque es poco probable que recibamos un archivo de imagen en este formato, no está de más mencionarlo porque en ocasiones podemos recibir algún gráfico o imagen 3D, principalmente planos, maquetas o recreaciones que incluyan texto. Lo ideal es abrir este formato con la aplicación nativa, aunque existen otras herramientas similares y gratuitas como Blender o FreeCAD, que permiten editar archivos de AutoCAD.
  • Formato FLA (Flash): aunque está cada vez más en desuso, Adobe Flash también es una herramienta que se puede utilizar para la creación y edición de gráficos, tanto vectoriales como en mapa de bits. La finalidad principal de Flash es la creación de animaciones, como por ejemplo las de los famosos GIF animados que vemos en internet, o los botones interactivos que incorporan algunas páginas web. FLA es el formato nativo de Flash, por tanto si abrimos un archivo FLA podremos editar todos sus contenidos sin ningún problema. Desde Flash también se pueden exportar imágenes en diversos formatos, como JPEG, GIF o PNG.

      2.3. Formatos de documentos maquetados:

  • Formato PDF: este formato, archiconocido a la vez que odiado por la inmensa mayoría de los traductores, es de tipo compuesto (imágenes de mapa de bits, vectoriales y texto). Se trata de un formato de archivo que se originó precisamente para no ser editado, motivo por el que siempre nos ha supuesto un gran inconveniente trabajar con él. Es compatible con todos los sistemas operativos más extendidos (Windows, Mac, GNU/Linux, Unix, etc.) y su función principal es la de mostrar documentos sin que se vean alteradas la estructura ni la apariencia de estos. Además, puede incluir elementos interactivos como hiperenlaces, vídeos o audio. Pese a que su edición puede llegar a ser realmente tediosa, cada vez hay más aplicaciones que facilitan la edición de estos documentos. Sin ir más lejos, la última versión de Adobe Acrobat ya permite editar todos los elementos de un PDF original (textos, imágenes, capas, etc.), aunque no siempre con el resultado deseado. Existen otras herramientas para convertir y manipular estos documentos, como Abbyy PDF Transformer o PDF24 Creator, aunque el proceso de edición seguirá siendo bastante tedioso, 
  • Formato ePub: al igual que el PDF, no es un formato de imagen propiamente dicho, pero sí es un formato de documento que puede incluir imágenes, además de texto. A no ser que seamos maquetadores, difícilmente tendremos que editar o crear un ePub. Además, en estos casos se suelen utilizar formatos nativos para crear los documentos y es al final del proceso cuando se genera el ePub desde la aplicación correspondiente (por ejemplo, desde InDesign o Quarkxpress), por lo que sería extraño que un cliente nos enviara uno para editarlo. Seguramente, hay más probabilidades de que nos envíen un INDD, QXP o similar. No obstante, no está de más mencionarlo ya que es un formato que se está utilizando muchísimo en el mundo editorial gracias al bum de los libros electrónicos. Hay muchos programas que pueden abrir estos archivos para visualizarlos, pero no todos pueden editarlos. Un programa muy apto para editar este tipo de archivos es Sigil, que además es gratuito.
  • Formatos INDD/IDML/IDX: Son tres formatos que genera Adobe InDesign, una herramienta de maquetación de Adobe. El formato INDD es el formato nativo para los proyectos que se guardan en InDesign, mientras que los formatos IDML e IDX son dos formatos basados en XML cuya finalidad principal es faciliar el intercambio de los archivos más recientes de InDesign con versiones anteriores de esta herramienta y con otras como Quarkxpress, Scribus o algunas herramientas TAO. Aunque la función principal de InDesign no es la edición de imágenes, sí que sirve para generar otro tipo de documentos gráficos (libros, folletos, manuales, guías, trípticos, etc.) que, por lo general, se deben editar para traducir los contenidos.
  • Formatos QXP/QWD/QXB/QXL/QXT: son los formatos que genera Quarkxpress, otra herramienta de maquetación que, junto con InDesign, es la herramienta más solicitada en el mercado editorial para generar publicaciones. El formato QXP es el formato estándar para guardar proyectos. Los demás sirven para guardar publicaciones web (QWD), libros (QXB), bibliotecas (QXL) y plantillas (QXT). Por lo general, si alguna vez recibimos un documento para traducirlo, lo recibiremos en formato QXP. 
  • Formato SLA: El formato SLA es el formato nativo de los archivos de proyectos de Scribus, una herramienta gratuita de maquetación. Este formato está basado en XML, sin embargo no es compatible con otras herramientas de maquetación de mayor envergadura, como Adobe InDesign o Quarkxpress.

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3. Herramientas informáticas

Aunque a algunos los he citado ya anteriormente de pasada, he estimado conveniente incluir un pequeño listado con las herramientas de edición gráfica más utilizadas en la actualidad. Distinguiremos entre herramientas de pago y herramientas gratuitas y, a la vez, entre editores de imágenes y herramientas de maquetación:

      3.1. Herramientas de pago

          3.1.1. Editores de imágenes

Adobe_Photoshop_CS5_iconA. Adobe Photoshop (PSD): se trata del editor de imágenes más conocido del mercado. Es una de las herramientas estándar del mercado para labores de diseño gráfico, retoque fotográfico y, en general, para el tratamiento de imágenes digitales. En principio, es una herramienta concebida para la edición de gráficos rasterizados, o sea, de imágenes con píxeles. No obstante, en las versiones más recientes, el programa ya soporta la edición de gráficos vectoriales (SVG).

  • Formatos compatibles recomendados: PSD (nativo), JPEG, GIF, PNG, RAW, TIFF, EPS o BMP. También abre archivos SVG, pero es recomendable editarlos en un editor de gráficos vectoriales (Illustrator, Corel Draw o Inkscape).
  • Finalidad principal: edición de imágenes digitales (mapa de bits) y retoque fotográfico.
  • Precio: Suscripción mensual: 24,59€ al mes. Suscripción anual a la Creative Cloud íntegra: 737,85€ al año.


Adobe_Illustrator_CS5_iconB. Adobe Illustrator (AI):
es una de las aplicaciones hermanas de Adobe Photoshop. Illustrator es un editor de gráficos vectoriales, por lo que es una herramienta perfecta para crear y editar imágenes en formato SVG. Contiene una gran variedad de opciones creativas, un acceso más sencillo a las herramientas de edición gráfica y una gran versatilidad para producir rápidamente gráficos flexibles para diversos fines como la maquetación, la impresión, la composición de vídeos o el diseño web. Por tanto, si bien es cierto que su principal atractivo es la creación y edición de gráficos vectoriales, su versatilidad la convierte en una herramienta útil para editar imágenes en formatos de gráficos rasterizados.

  • Formatos compatibles recomendados: AI (nativo), SVG, JPEG, GIF, PNG, BMP, TIFF. También abre archivos PSD y CDR, pero es recomendable manipularlos con Photoshop y Corel Draw, respectivamente.
  • Finalidad principal: edición de gráficos vectoriales.
  • Precio: Suscripción mensual: 24,59€ al mes. Suscripción anual a la Creative Cloud íntegra: 737,85€ al año.

CorelDrawC. Corel Draw (CDR): se trata de una de las herramientas de diseño gráfico más populares de las últimas dos décadas. Pese al apabullante dominio de Adobe, Corel todavía se mantiene como un digno competidor en el mercado. Corel Draw es una suite de diseño gráfico orientada a la edición de gráficos vectoriales, por lo que podría decirse que es el competidor directo de Adobe Illustrator. No obstante, al igual que Illustrator, es una herramienta versátil que podremos utilizar para editar imágenes en formato de mapa de bits, si así lo deseamos. Se comercializa dentro de la suite Corel Draw Graphics Suite, que incorpora otras herramientas para el tratamiento de otro tipo de documentos gráficos.

  • Formatos compatibles recomendados: CDR (nativo), SVG, JPEG, GIF, PNG, BMP, TIFF. También abre archivos PSD, pero es recomendable manipularlos con Photoshop.
  • Finalidad principal: edición de gráficos vectoriales.
  • Precio: 706,81€ (Corel Draw Graphics Suite X6).

          3.1.2. Herramientas de maquetación

Adobe_InDesign_CS5_iconA. Adobe InDesign (INDD): a diferencia de las anteriores, Adobe InDesign es una herramienta de maquetación (lo que en inglés se conoce como DTP, de Desktop Publishing) destinada a la creación de documentos de diverso tipo (folletos, trípticos, flyers, manuales, libros, revistas, etc.). Actualmente, InDesign es la aplicación más utilizada por la mayoría de diseñadores y editores profesionales para maquetar documentos, por lo que podría decirse que es la herramienta más importante de este mercado. Son cada vez más los clientes que encargan a traductores las traducciones de sus diseños, por lo que, en muchas ocasiones, los clientes envían al traductor sus archivos en formato de InDesign (INDD/IDML) para que éste trabaje con ellos directamente. Si estáis interesados en esta herramienta, os recuerdo que desde hace varios meses imparto a través de AulaSIC un curso de Adobe InDesign dirigido a traductores. La próxima edición comienza el 24 de febrero, así que estáis a tiempo de apuntaros. 

  • Formatos compatibles recomendados: INDD , IDML, IDX (todos nativos).
  • Finalidad principal: maquetar documentos.
  • Precio: Suscripción mensual: 24,59€ al mes. Suscripción anual a la Creative Cloud íntegra: 737,85€ al año.

QuarkXpress10B. QuarkXpress (QXP): QuarkXpress es probablemente el mayor competidor que tiene actualmente Adobe InDesign en el mercado editorial. Su sencilla y potente interfaz es ideal para maquetar documentos muy diversos. Su funcionamiento y su interfaz también son muy similares a las de Adobe InDesign, por lo que no es demasiado difícil cambiar de una herramienta a otra si se tiene experiencia con alguna de las dos herramientas. En principio, los archivos de QuarkXpress no son compatibles con InDesign (ni viceversa), aunque hay muchas herramientas en la red que permiten convertirlos.

  • Formatos compatibles recomendados: QXP, QWD, QXB, QXL, QXT (todos nativos).
  • Finalidad principal: maquetar documentos.
  • Precio: 1.663,75€

publisherC. Microsoft Publisher: Microsoft Publisher es la herramienta ideada por Microsoft para maquetar documentos en Windows 8. Si bien es cierto que se utiliza poco a nivel profesional, es una herramienta muy válida de la que muchos podemos disfrutar «gratuitamente» si compramos un ordenador con Windows 8 y la suite Office (lo cual suele ser bastante común). Puede ser ideal para maquetar documentos en Word o para proyectos sencillos, ya que su interfaz no ofrece tantas posibilidades como las de otras herramientas como Adobe InDesign o QuarkXpress, que son muy superiores.

  • Formatos compatibles recomendados: PUB (nativo). Ideal para maquetar archivos de Word sencillos.
  • Finalidad principal: maquetar documentos sencillos.
  • Precio: 135€. Incluido en la Suite Office 365 Home, por lo que, si nuestro ordenador la trae de serie, no tendremos que comprarla.

      3.2. Herramientas gratuitas

          3.2.1. Editores de imágenes

GimpLogoA. GIMP: podríamos decir que es el equivalente gratuito de Adobe Photoshop. Es, por tanto, una herramienta ideada para la edición de imágenes digitales en formato de mapa de bits. Es compatible con prácticamente todos los sistemas operativos (Windows, MacOS, Linux, Unix, etc.), lo que lo convierte en una herramienta muy versátil que puede sacarte de cualquier aprieto (¡y gratis!). Es compatible con archivos PSD, por lo que quizá sea una de las mejores opciones para editar una imagen si no disponemos de Photoshop.

  • Formatos compatibles recomendados: XCF (nativo), JPEG, GIF, PNG, RAW, TIFF, EPS o BMP. También abre archivos PSD, pero es recomendable modificarlos con Photoshop si disponemos de la herramienta.
  • Finalidad principal: edición de imágenes digitales (mapa de bits).
  • Precio: ¡Gratis! 🙂

inkscape-logoB. Inkscape: si Gimp era el equivalente gratuito de Photoshop, Inkscape sería el equivalente gratuito de Adobe Illustrator y Corel Draw. Es un editor de imágenes ideado para la creación y edición de gráficos vectoriales (SVG) y muy válido para editar otros formatos como PNG, JPEG o GIF.

  • Formatos compatibles recomendados: SVG, JPEG, GIF, PNG, BMP, TIFF.
  • Finalidad principal: edición de gráficos vectoriales.
  • Precio: ¡Gratis! 🙂

          3.2.2. Herramientas de maquetación

ScribusA. Scribus: Si no podemos permitirnos adquirir InDesign o QuarkXpress, quizá Scribus sea la mejor opción de entre las herramientas gratuitas de maquetación. Su interfaz está un poco más anticuada que la de Quark e InDesign, pero es muy válida para desarrollar maquetaciones profesionales en ella. Sin embargo, hay que tener muy presente que esta herramienta no es compatible con los formatos nativos de Quark e InDesign (INDD, QXP, etc.).

  • Formatos compatibles recomendados: SLA (nativo)
  • Finalidad principal: maquetar documentos.
  • Precio: ¡Gratis! 🙂

4. Flujo de trabajo recomendado para traducir/editar un documento gráfico (workflow)

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      4.1. Recepción del material

Como en cualquier otro proyecto, la fase inicial será la recepción de los materiales junto con las instrucciones del cliente. En esta fase inicial, es fundamental que sepamos detectar lo que el cliente nos pide y que le proporcionemos un feedback adecuado sobre el tiempo que nos llevará maquetar el documento gráfico. También deberemos ofrecerle un presupuesto aproximado. Para presupuestar este tipo de trabajos, yo os recomiendo que utilicéis tarifas por horas, siempre que vuestros clientes os lo permitan. No obstante, los profesionales del diseño también suelen cobrar por proyecto, por diseño, por página maquetada o por tipo de documento, según cuál sea la naturaleza del encargo.

      4.2. Análisis del formato del documento

Es muy importante que analicemos al detalle el tipo de documento que nos han enviado. La mayoría de clientes estarán familiarizados mínimamente con el formato y las herramientas que hayan utilizado para desarrollar dicho documento, pero no siempre será así. Al analizar el documentos, deberemos ver rápidamente si lo que vamos a editar es una imagen en mapa de bits, una imagen vectorial o un documento maquetado. Para ello, es fundamental que nos fijemos en el formato del documento. Por ejemplo, si nos envían un PSD, rápidamente tendremos que saber que es el formato nativo de Photoshop y que tendremos que abrirlo con esta herramienta o, en su defecto, con Gimp.

4.3. Elección de la herramienta de edición

Cuando conozcamos el formato del documento recibido, deberemos elegir la herramienta con la que trabajaremos. La mayoría de las veces será el cliente el que nos la exija, pero habrá casos en los que podremos elegir. Por ejemplo, para editar imágenes en mapa de bits, por lo general, a los clientes no les importará demasiado si las editamos con Photoshop, con Gimp o con otra herramienta. Sin embargo, para maquetaciones o proyectos más complejos, normalmente no tendremos tanta libertad de elección. Actualmente, las agencias de traducción, por ejemplo, suelen trabajar con formatos como el INDD, el IDML o el QXP para proyectos de maquetación por lo que, en esos casos, será obligatorio disponer de Adobe InDesign o QuarkXpress para modificarlos. En consecuencia, tendremos que ser versátiles para adaptarnos a las herramientas y, al mismo tiempo, resolutivos para solucionar los problemas que vayan surgiendo a lo largo del proceso.

4.4. Análisis de los contenidos del documento

Es importante que sepamos evaluar con una cierta rapidez la complejidad del trabajo de edición. Así, desde el momento de la recepción, tendremos una visión más clara del tipo del proyecto en el que nos estamos metiendo. El grado de dificultad influye muchísimo a la hora de determinar el tiempo que deberemos invertir en el proyecto y, en consecuencia, el precio que deberemos presupuestar. Por ejemplo, no será lo mismo editar una imagen con capas de texto editables que una imagen en mapa de bits con textos ubicados sobre fondos con distorsión o con texturas complejas. La primera imagen se puede editar en apenas unos minutos, mientras que la segunda podría llevarnos horas de trabajo.

5.5. Procedimiento de edición

Si bien es cierto que cada herramienta tiene un funcionamiento diferente, a la hora de la verdad los pasos que deberemos dar para editar una imagen o un documento gráfico serán en esencia los mismos. Si generalizamos, fácilmente podemos concluir que el procedimiento de edición será, en la mayoría de casos, el siguiente:

5.5.1. Eliminar información

Una vez tengamos abierto nuestro archivo, tendremos que buscar la forma de eliminar los textos originales sin que el resto del documento se vea afectado. Para ello, tendremos que detectar si el documento que vamos a modificar incorpora capas editables o no:

  • En el caso de documentos con capas, esta labor será bien sencilla, pues solo tendremos que eliminar el texto que contienen las capas. Es recomendable echar un vistazo a los estilos y tipos de letra antes de comenzar con el borrado, pues así estaremos completamente seguros de que el formato no se verá afectado.
  • En el caso de documentos fijos, como las imágenes en formato de mapa de bits o los documentos en PDF, el proceso de borrado requerirá otras estrategias. En estos casos, los textos se suelen borrar solapando los textos con capas o recuadros opacos. También se suele recurrir a las herramientas sencillas de selección y borrado que, por lo general, suele incorporar todos los editores de imágenes. Si os acordáis, vimos algunos de estos procedimientos en una de las entradas anteriores del blog, en la que os explicaba cómo modificar los textos de una imagen en formato de mapa de bits con Adobe Photoshop.

5.5.2. Añadir información:

Una vez hayamos eliminado los contenidos que deben ser sustituidos, tendremos que añadir los nuevos. De nuevo, pueden darse dos tipos de situaciones:

  • En el caso de los documentos con capas, tendremos que añadir el texto sin modificar ningún atributo, pues así nos garantizaremos que los textos tendrán el mismo estilo que los originales. En el caso de que los textos que insertemos sean demasiado extensos (lo cual suele ser un problema muy común), tendremos que acordar con el cliente la solución. Este, normalmente solicitará que ampliemos las capas, que reduzcamos el tamaño de fuente o que se acorten los textos, para lo cual, si no somos nosotros los traductores, tendremos que reenviarle el texto al traductor indicándole el número de caracteres o líneas que sobran. También es fundamental que, si no disponemos de las fuentes de los textos, le pidamos al cliente que nos las proporcione, pues de lo contrario será imposible mantener el estilo original de los textos.
  • En el caso de los documentos fijos, tendremos que elegir una fuente y un tamaño de letra similares a los del texto original. Para esto pueden ser muy útiles herramientas online como What The Font o What Font Is, que son capaces de averiguar el tipo de fuente que se le ha atribuido al texto de una imagen en formato de mapa de bits. Para añadir los textos, por lo general, tendremos que crear capas o marcos de texto que deberemos gestionar nosotros mismos. El proceso de inserción de estos elementos cambiará en función de la herramienta que utilicemos. Es conveniente utilizar fuentes libres o gratuitas para evitar futuros problemas de compatibilidad.

5.5.3. Exportar el archivo final:

Una vez hayamos finalizado la fase de edición, revisaremos el documento y, cuando le demos el visto bueno, tendremos que exportarlo al formato que corresponda y, con ello, habremos terminado la fase de edición.

6. Entrega del material

Finalmente, enviaremos el material de vuelta a nuestro cliente. Por lo general, deberemos enviarle el archivo en el mismo formato que tenía el archivo original que nos proporcionó inicialmente, a no ser que el cliente nos haya dado otras instrucciones. En el supuesto caso de que nuestro cliente no disponga de las fuentes que hayamos utilizado, tendremos que proporcionárselas nosotros para que así pueda visualizar los textos correctamente dentro de las herramientas correspondientes. Si enviamos documentos fijos como PDFs o imágenes en formato de mapa de bits, entonces no será necesario enviar las fuentes utilizadas. En algunos casos, es posible que el cliente solicite que se realicen cambios tras consultar el material enviado, pues no siempre quedará del todo satisfecho tras el primer envío. Una vez que el cliente nos dé el visto bueno, podremos cerrar el proyecto y comenzar con la facturación.

———————————————————

Este sería, en líneas muy generales, el proceso completo de edición y traducción de un documento gráfico. Evidentemente, cada herramienta y cada proyecto presentará sus particularidades, por lo que es muy importante tener un alto conocimiento de las herramientas de edición de gráficos y maquetación, sobre todo para realizar labores avanzadas. Si queréis ampliar información, os recomiendo que le echéis un vistazo a este artículo de Manuel Mata, especialista en localización y en temas de edición para traductores que el pasado día 14 de diciembre de 2013 dio una charla sobre «Tratamiento de imágenes para traductores» en el evento regional de Proz (podéis leer una crónica muy completa en el blog Traducir&Co de Merche García Lledó). Si os surge alguna duda o queréis realizar alguna aportación, son bienvenidos vuestros mensajes y comentarios, como siempre.

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¡Hasta la próxima!

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Pablo Muñoz Sánchez
Pablo Muñoz Sánchez
10 años atrás

Madre de mi vida, ¡¡pedazo de entrada, Rafa!! No podía ser más completa. Desde luego, será una buena referencia para cualquier que esté interesado en la traducción de imágenes. 😀

Un saludo,

Pablo

Rafael López Sánchez
10 años atrás

¡Muchas gracias, Pablo! En realidad, mi intención es que sirva como punto de partida para aquellos que no tengan mucha idea del tema. Así podrán consultar dudas básicas como por ejemplo qué programa utilizar para editar un JPG o un SVG y qué procedimiento seguir para hacerlo. 🙂

Un saludo,

Rafa

trackback
10 años atrás

[…] y como vimos en la entrada anterior del blog, la traducción de documentos gráficos puede ser una buena forma de ampliar nuestra hoja de […]

Jose María Rosa Bastida
10 años atrás

Desde luego, es una de las entradas más completas que he leído últimamente en cuanto a la traducción de imágenes y documentos gráficos… ¡Chapeau!

Un saludo,
Jose María Rosa Bastida

lukan6713
10 años atrás

Reblogueó esto en Andrea Barrocal Translation.

trackback
10 años atrás

[…] nada de la localización de imágenes porque Rafael López ya tiene una estupenda entrada sobre la traducción de imágenes y documentos gráficos, aunque hoy en día, si las cosas se hacen bien, el texto se separa de las imágenes (aunque […]

trackback
9 años atrás

[…] Porque la traducción no es un juego y no pocas veces la existencia de imáganes y documentos gráficos ralentiza muchísimo la tarea de traducción, aquí os dejo el enlace a un completísimo artículo de Rafael López Sánchez en su blog Jugando a traducir: http://jugandoatraducir.com/2014/01/28/la-traduccion-de-imagenes-y-documentos-graficos/ […]